260.000 personas esperan por una ayuda que les ha sido reconocida, 80 mueren cada día en la misma situación
Trece años después de la aprobación de
la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas
en situación de dependencia podemos enorgullecernos de que es un valor
compartido que la autonomía y el cuidado son derechos subjetivos, como
puedan serlo el derecho a la salud o a la educación. Sin embargo, el
sentido común y las necesidades de la ciudadanía chocan con las
gestiones de los gobiernos posteriores. Si la ley ya nacía con flecos y
vacíos, a estos se le sumaron los primeros recortes de Zapatero, los
infames de Rajoy y su letal Real Decreto 20/2012 del 13 de julio que
sentenció a muerte al sistema, y la falta de reversión de la situación
tras la moción de censura. El caso es que a día de hoy este derecho
subjetivo no se está garantizando: 260.000 personas esperan por una
ayuda que les ha sido reconocida, 80 mueren cada día en la misma
situación, además de la extrema precarización y la falta de
reconocimiento de la profesionalidad del trabajo de quienes cuidan.
Los brutales recortes, las
externalizaciones, el creciente envejecimiento poblacional del país, así
como la progresiva demanda del reconocimiento del trabajo de cuidados,
sitúan al Sistema de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a la
Dependencia no solo en una situación de urgente rescate, también ante
una imperiosa necesidad de una estructural y sustanciosa reforma. Un
país que aspire a garantizar el bienestar de su ciudadanía requiere que
el epicentro sobre el que pivoten sus políticas públicas tenga el claro
eje de los cuidados a las personas y también al planeta.
Garantizar el derecho de cuidados
implica que el Sistema de Promoción de la Autonomía Personal tenga un
papel fundamental en el Estado del bienestar del País. Para ello
insuflar una robusta cantidad de presupuesto es el primer paso,
reduciendo drásticamente la lista de espera, aliviando a las comunidades
autónomas en la financiación del sistema y compartiendo esta de forma
equilibrada, recuperar los niveles en los grados de valoración, dotar de
cobertura, apoyo adecuado y eficaz en su medio a las personas
dependientes, así como apostar, impulsar y fortalecer las residencias y
centros de atención de titularidad y gestión pública, dentro del
desarrollo del espacio sociosanitario de naturaleza pública. La
ciudadanía ha de tener la certeza de que en situación de necesidad, la
administración pública va a velar por ellos y sus familias.
Construir un sistema de cuidados
efectivo pasa por un Estado que atienda y cobije a las personas en
situación de dependencia y a sus familias, con servicios públicos de
calidad, revirtiendo las externalizaciones que han experimentado los
servicios de dependencia en la última década. Cuidar de las personas es
también cuidar de su entorno, velando porque este sea saludable,
mejorando la calidad del aire, aplicando medidas que conserven el medio
ambiente.
La toma de conciencia de la trascendencia del trabajo de las personas cuidadoras en el entorno familiar implica, también, reconocer el derecho a prestaciones por desempleo, al descanso, a la conciliación y la aprobación de un plan de profesionalización que asegure que no quedan desamparadas cuando finalice su actividad. Finalmente, no podemos olvidar la subida de la cuantía de la prestación por cuidados en el entorno familiar, que actualmente se encuentra en un máximo de 420 euros, para una responsabilidad que es vital para quienes la ejercen y quienes la reciben.
Situar los cuidados como vertebración fundamental de un proyecto de país supone articular la asistencia a las personas, el reconocimiento del trabajo de cuidados y la protección del medio ambiente, cultivando un entorno saludable en el que desenvolver la vida. Así, la Ley de Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia está llamada a ejercer un rol elemental, pero no puede quedar en una efeméride, ni siquiera en una vital denuncia, debe darse un paso categórico y enérgico que active una reforma estructural de la ley enmarcada dentro de la exigencia de un sistema de cuidados que articule las políticas sociales y medioambientales de España.
https://www.huffingtonpost.es/entry/cumpleanos-de-la-ley-de-dependencia-hacia-un-sistema-de-cuidados_es_5df40985e4b047e8889d3aaf?ncid=other_twitter_cooo9wqtham&utm_campaign=share_twitter
No hay comentarios:
Publicar un comentario