jueves, 27 de noviembre de 2014

¡La eterna batalla de la incomprensión!

Hay situaciones que no admiten excusas, no requieren gastos, inversiones ni molestias, simplemente buena voluntad, pero ni así se atiende a razones.

Observe que se estaban haciendo obras de reparación justo en el umbral de un comercio el cual tenia un escalón, vi la oportunidad  de poder hacerlo accesible sin ningún tipo de molestia para ninguna de las partes, simplemente aprovechar la coyuntura

Me acerque al comercio en cuestión y comente la idea que bullía por mi cabeza, le hice entender lo que supondría tanto para la parte comercial como la oportunidad que tendría todas las personas de poder acceder

La idea consistía en que al volver a poner las baldosas le diesen a estas una ligera inclinación hacia el escalón, no supondría ningún desnivel peligroso, ningún obstáculo en suelo publico que pudiese afectar a las personas que por allí pasasen. Solamente habría que comentarle al responsable de obras dicha idea y llevarla a cabo, cosa que se ha hecho en otras actuaciones y sido aceptada y llevadas a buen término.

Si os fijáis la misma baldosa haría de rampita, no seria la inclinación desmesurada, muy al contrario, seria cómoda y sin molestar a los transeúntes

¡Todo se quedo ahí! Buenas palabras pero falta de voluntad, se ha perdido una oportunidad que difícilmente se podrá volver a repetir

¡La eterna batalla de la incomprensión!

Andoni Moreno (Gladiador de causas perdidas)


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