jueves, 23 de junio de 2016

EDIFICIOS QUE "NO HABLAN A LAS PERSONAS”

- Lo denuncia la arquitecta Berta Brusllovsky, que ha intervenido en la redacción de guías sobre accesibilidad cognitiva. La arquitecta Berta Brusilovsky, que ha colaborado en la redacción de varias guías sobre accesibilidad, considera que los edificios y los espacios han dejado desde hace tiempo de “hablar a las personas”, para bien y para mal, y que se han convertido, en general, en lugares diseñados con un sentido muy práctico, pero no siempre amable o amigable para los ciudadanos.
“Las personas se identifican con los espacios en función de lo que encuentran en ellos”, explicó a Servimedia Brusilovsky, quien lamentó que lugares como los hospitales tengan ahora un diseño muy funcional para el personal que trabaja en ellos, pero muy poco amable para los enfermos.
A su entender, los hospitales deberían amortiguar el efecto negativo que producen en los pacientes sus largos pasillos con puertas de diferentes colores indicativos de usos distintos, y tener, por ejemplo, zonas ajardinadas, espacios para que puedan jugar los niños y salas que permitan llorar con tranquilidad a quienes lo deseen.
Las salas de espera de los más pequeños, prosiguió, podrían construirse en forma de casita de muñecas, en lugar de ser un espacio cuadrado o rectangular con sillas y juguetes sin más, para hablar a su público.
Y es que, apuntó, antes los espacios hablaban a través de sus dimensiones, relaciones, conexiones, colores y a través de su decoración, pero lo hacían “para bien y para mal”, ya que generalmente los edificios que albergaban a personas importantes eran solo para esas personas, algo que en la actualidad no es ya siempre así.
En opinión de esta experta, que los espacios y edificios “hablen a las personas” es algo positivo y útil para todos, pero especialmente para quienes tienen problemas de orientación, que necesitan que todos los espacios estén perfectamente organizados, relacionados entre sí, y que sus dimensiones respondan a su importancia.
Pero sobre todo, incidió, que hablen de forma tan clara que en la puerta no sea necesario escribir la palabra ‘Entrada’, porque sea evidente que es ese y no otro el lugar de acceso al edificio, que puede contar también, “si no hay más remedio”, con paneles indicativos, pero con colores, que ayudan mucho al público con problemas de orientación.
El problema, señaló la especialista, es que todo esto no aparece muy reflejado en las facultades de Arquitectura, que carecen, casi todas ellas, de asignaturas sobre accesibilidad, aunque sí sea posible estudiarlas en cursos de posgrado.
Y eso que Brusilovsky está convencida de que “la accesibilidad no debería ser una asignatura, sino la base de la creación funcional estética y ética, porque es un derecho para las personas con problemas físicos, psíquicos, sensoriales y cognitivos, pero también para todos”.
Sea como fuere, concluyó, la accesibilidad no es algo que los técnicos practiquen, aunque sí es cierto que hay edificios que se construyen ya teniendo en cuenta estas premisas, que mejoran la calidad de vida de todos los ciudadanos.

http://www.teinteresa.es/espana/EDIFICIOS-HABLAN-PERSONAS_0_1573042699.htmlhttp://www.teinteresa.es/espana/EDIFICIOS-HABLAN-PERSONAS_0_1573042699.html

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