Para no tener
mala interacción con el comercio vimos que estaba acometiendo obras, le
propusimos de buena voluntad que pusiese algún acceso para sillas a lo que nos
propuso una entrada trasera (es mejor que nada) y se quedo así la cosa.
Ya abierto
vemos que sigue igual que antes de la obra, se nos queda la cara de tontos y
con la impresión de que se ríen a la cara tanto del colectivo de personas con diversidad
como de las leyes vigentes. Propondremos a nuestrxs afiliadxs, asociadxs, colaboradorxs
y sus familias que eviten este comercio y que constaten lo "tontitos que
somos"
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