Siglos negándoles la sexualidad. Como si no tuvieran, como si la condena
de su cuerpo y su cabeza clausurara también su entrepierna.
Sorpréndanse: Las personas con diversidad funcional también follan
Las personas con diversidad funcional mantienen relaciones sexuales Getty
El australiano era guapo hasta decir ¡basta! Como me gustan a mí:
brazacos, pecho descomunal, manos con dedos como un muestrario de pollas
y cara de malo. Lo tenía todo, absolutamente todo. Mientras yo me
erguía sobre mis botazas de tacón cubano, él cogía carrerilla por los
pasillos de las instalaciones olímpicas de Barcelona sobre una silla de
ruedas. Confieso que tardé un poco más en fijarme en su bendita
presencia por aquello de que, al ir sentado todo el rato, lo pasaba por
alto de mi campo de visión desde mi metro setenta y cinco de estatura. Y
que soy chulita; discúlpenme la soberbia. Algo que el participante en
el Campeonato del Mundo de tenis en silla de ruedas se pasó por el arco
del triunfo. Fue tan sencillo como hacerme reír cuatro veces seguidas y
subirme sobre sus rodillas para echar una carrera contra otro que rodaba
por allí que había puesto el ojo en otra periodista, esta austríaca.
Ese mes de junio del año 1998 me enteré de cómo follan los lesionados
medulares. Descubrí la tranquilidad con la que se pinchan en la verga,
corroboré toda su sexualidad aun cuando estuvieran muertos de cintura
para abajo y obtuve respuesta a preguntas que jamás me había planteado
pero que, en aquel momento, me abrumaron. Bienvenida sea la
prostaglandina que inyectada directamente en el cuerpo cavernoso del
pene dilata las arterias y provoca erecciones lo suficientemente pétreas como para echar un buen polvo. Bienvenida sea.
Los lesionados medulares tienen sexo. Los paralíticos cerebrales
tienen fantasías sexuales que se empeñan en cumplir. Las personas sin
antebrazos por los efectos de la talidomida se masturban con ayuda. Los
de síndrome de Down se enamoran y tienen noches de loca pasión. Que no
pensemos en ello no quiere decir que no suceda. O que como mínimo se
pretenda. Una vez más, los prejuicios impiden que este debate se ponga
encima de la mesa. Una vez más las Administraciones Públicas ni se lo
plantean. Por eso es fabuloso ver Yes, We fuck! dirigido por Antonio Centeno y Raúl de la Morena en Filmin. Es imposible no emocionarse viendo la primera vez que Soledad Arnau
descubre el tacto de sus pezones o cómo el sadomasoquismo puede ser la
opción sexual de un tipo incapaz de decir con claridad su propio nombre. Las personas con discapacidad funcional tienen las mismas ganas de sexo que cualquiera de nosotros. Y ¡por fin! no se esconden.
Antonio Centeno,
se deja la piel por la independencia de las personas con diversidad
funcional, incluyendo cómo no la sexualidad. La experiencia es un grado y
desde los trece años se maneja encima de una silla de ruedas. Antonio
no para. Incluso ha pisado la alfombra roja del Festival de Cine de San Sebastián con Vivir y otras ficciones y no tiene el más mínimo problema en contar su vida y hasta sus polvos si hace falta. La Oficina Vida Independent
(OVI) de Barcelona es su cuartel de batalla desde donde lucha
activamente. Gracias a su presencia, en esta OVI hay sesiones
informativas sobre sexualidad. Algo es algo. En la OVI de la Comunidad de Madrid
no aparece ninguna reseña al respecto. Los asistentes sexuales parecen
no existir: "No conozco a ningún asistente sexual que se publicite, lo
cual complica mucho las posibilidades de cualquiera que los necesite. En
Barcelona hay algo que llaman acompañante íntimo erótico que gestiona
una entidad llamada Tandem Team",
asevera Centeno. Y ¿qué es un asistente sexual? Alguien que acompaña a
una persona con diversidad funcional y le ayuda en el plano sexual y
erótico afectivo. Pensamos en cómo una persona sin antebrazos puede
asearse correctamente, pero no nos planteamos siquiera cómo puede
masturbarse. ¿Acaso no debe hacerlo? ¿O es que ni siquiera le permitimos
que lo pretenda? Tandem Team pone en contacto a unos y a otros
para que las posibilidades puedan darse. Su actividad la resumen ellos
mismos con una de las mejores secuencias de la serie Master of sex.
La gente de Post_Pop
también pelea duro. Utilizando la denominación médica de las personas
transexuales que pasan por el quirófano en los procesos de reasignación
de sexo, se agrupa un grupo de activistas que investigan sobre género y
eso llamado postpornografía. ¿Perdón? Sí, no consideran que la
pornografía se quede en lo que estamos acostumbrados y luchan por que
sea una realidad para cualquiera que la precise, sea quien sea pero
sobre todo sea como sea, incluidas personas que no cumplen ni el
prototipo físico ni el psíquico de eso que llamamos "normal". Por
ejemplo, llevan tres años recopilando información para fabricar juguetes sexuales para personas con diversidad funcional
que puedan usar (y disfrutar) los más de dos millones de españoles a
los que las grandes empresas del sector ignoran. Solo en España, las
empresas dedicadas a los productos eróticos facturan al año la friolera
de 500 millones de euros.
Hagan cuentas; un melón por abrir. Espabilen, emprendedores.
Tal y como
anunciamos en las Primeras Jornadas Médicas, desde la Feapet promovemos la
iniciativa de llevar la Moción municipal en apoyo a las personas afectadas por
la polio que hoy están padeciendo los efectos tardíos de la enfermedad, a todos
los municipios de España, para que sea presentada y aprobada como moción
institucional. Iniciativa que surge en Málaga y a la que ya se han sumado
diferentes Ayuntamientos de España.
En la red, podemos encontrar numerosos
experimentos sociales que buscan concienciar a los espectadores y
mostrar la cruda realidad de la sociedad hoy en día. Por desgracia,
muchos de estos experimentos han demostrado que el ser humano tiene
prejuicios y hoy os traemos uno de ellos.
Pablo Pineda es un maestro,
conferenciante, presentador, escritor y actor español que se convirtió
en el primer licenciado europeo con síndrome de Down. Pablo se pasea por
la vida sin complejos y rompiendo estigmas y en Cabronazi nos
declaramos fans incondicionales suyos. Con su ayuda, el programa “El
Hormiguero” hizo un experimento en el que Pablo hace el papel de un
encargado de selección de personal y su tarea es hacer entrevistas a los
aspirantes a un puesto de trabajo determinado.
La poliomielitis es una enfermedad neurológica causada por el virus de la polio. El síndrome postpolio son los efectos tardíos de la polio.
Afortunadamente, en nuestro país y gracias a las campañas de
vacunación iniciadas de manera sistemática en 1963, la polio está
prácticamente erradicada desde finales de los años sesenta. En 1988 se
describió el último caso. En los últimos años hemos podido encontrar
nuevos casos entre la población inmigrante o tras viajes a países en los
que todavía es endémica. Se calcula que en el estado español unas
35.000 personas sufrieron las secuelas de la enfermedad.
Qué es el síndrome postpolio
En el transcurso de los años, las personas afectadas por la poliomielitis
pueden desarrollar complicaciones en el aparato locomotor derivadas de
la enfermedad neurológica, como por ejemplo la escoliosis, patología
tendinosa en la espalda, atrapamientos de nervios periféricos por el uso
de ayudas para la marcha o por el empleo de sillas de ruedas,
insuficiencia respiratoria, fracturas por osteoporosis y, en definitiva,
pérdida de funcionalidad y autonomía. Todo ello es lo que se conoce
como síndrome postpolio.
Síntomas de la postpolio
Un pequeño porcentaje de estas personas pueden desarrollar el llamado síndrome postpolio que consiste en la aparición de debilidad muscular añadida a la previa, sin que se pueda atribuir al desuso. Esta debilidad muscular puede ir acompañada o no de:
Fatiga
Mialgias
Atrofia muscular
Pérdida de funcionalidad.
Si se observan cambios
electromiográficos, podemos constatar que se trata verdaderamente de un
síndrome postpolio (Criterios de Halstead).
Tratamiento del síndrome postpolio
En la patología del síndrome postpolio la prevención del deterioramiento funcional, mediante neurorrehabilitación
y el seguimiento por parte de un profesional clínico experto, junto con
los actos quirúrgicos indicados y una buena rehabilitación de
mantenimiento, son hoy por hoy, la mejor opción terapéutica.
Referencias acerca del síndrome postpolio
S Howard R, Bridgens R. Clinical Review. Poliomyelitis and the postpolio syndrome. BMJ VOLUME 330 4 JUNE 2005 bmj.com
Se aprueba por mayoría la Moción de apoyo a las personas que fueron
afectadas por la Poliomielitis y que hoy están padeciendo los Efectos Tardíos y
Síndrome Postpolio (SPP)