No puedo más que darles la razón.
Cada día, cuando me levanto, me pregunto a que barrera le tocará hoy: donde no podré ir, donde no podré entrar, que “mandado” no podré hacer a mi mujer, a que super tendré que ir para comprar las naranjas que me encargó.
Por la noche, si un
amigo me dice “vamos a tomar una copa” mi sistema logístico se pone en
marcha para localizar dónde podré acceder que no hayan permitido las
barreras. Si te invitan a una BBC (boda, bautizo o comunión) tu
preguntarías ¿cuando? yo ¿donde?
La feria, jijijiji¡¡
Los entierros… en la puerta de la iglesia.
A la mayoría de los restaurantes.. bien meadito de casa.
Al fútbol, a los toros...¡¡NO, NO, NO¡¡
¿Sabes lo que es sentir el “síndrome de ciudadano de segunda?
Por eso solo puedo daros la razón.
Sólo un matiz: NO SON NUESTRAS BARRERAS LAS QUE HARTAN, son las que tú nos pones las que limitan nuestras vidas.
¿Quieres comprenderlo? Acompañanos.
Juan Romero
La feria, jijijiji¡¡
Los entierros… en la puerta de la iglesia.
A la mayoría de los restaurantes.. bien meadito de casa.
Al fútbol, a los toros...¡¡NO, NO, NO¡¡
¿Sabes lo que es sentir el “síndrome de ciudadano de segunda?
Por eso solo puedo daros la razón.
Sólo un matiz: NO SON NUESTRAS BARRERAS LAS QUE HARTAN, son las que tú nos pones las que limitan nuestras vidas.
¿Quieres comprenderlo? Acompañanos.
Juan Romero
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