En este segundo artículo, el autor ahonda en la literatura referida a la polio y también se introduce en el mundo del cómic, con una detallada recopilación de obras y superhéroes
Hasta ahora hemos visto que la polio es un complemento de la trama
en el caso de las novelas o el elemento diferenciador de algún
personaje. También resulta una causa más o menos influyente en el
transcurrir de su vida cuando se trata de biografías, pero que la propia
poliomielitis o sus consecuencias sea el hecho primordial de la
historia, más en una novela de ficción, ya es poco habitual.
Una de ellas es Némesis (2010) de Philip Roth (1933), una auténtica obra maestra de uno de los mejores escritores estadounidenses del siglo XX. Eterno aspirante al Nobel que en 2012, tras recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, anunció que dejaba de escribir y que Némesis sería su última novela.
La historia está ambientada en la comunidad judía de Newark, New Jersey, en el verano de 1944, en plena Segunda Guerra Mundial. Comienza como un relato idílico que se va ensombreciendo por los cada vez más numerosos casos de poliomielitis que llenan las casas de dolor y desesperanza. Philip Roth describe de forma muy precisa la sintomatología de la enfermedad y el terror que causó en Estados Unidos, hasta el punto de que a los niños se les prohibía jugar en piscinas, parques infantiles o acudir al cine; la pesada atmósfera del barrio con el asfixiante calor que casi parece palparse, la progresiva angustia de las familias y la oprimente presencia constante de la polio.
Desorientada y asustada, la gente busca culpables y de forma irracional atribuye la enfermedad a la leche, las moscas, las granjas porcinas, o incluso encuentra en una persona con discapacidad, en las personas de raza negra o en la comunidad italiana los chivos expiatorios a los que culpar de lo que está ocurriendo.
Bucky Cantor, de 23 años, deportista, monitor de actividades al aire libre de un grupo escolar, ve cómo la poliomielitis se ceba con sus alumnos. Él quiere luchar contra la infección, el miedo, la rabia y el dolor. Se siente frustrado por no haber podido ir a la guerra por su defecto visual y por no poder ayudar a sus chicos contra la enfermedad. Presionado por su novia, Bucky marcha de Newark y se va a cuidar a otros jóvenes en un campamento de los montes Poconos, dejando atrás a su barrio y a sus alumnos. El narrador, que se descubre a media novela, será decisivo en el inesperado y emocionante giro final.
El autor de Pastoral Americana retrata cómo la enfermedad siembra la desconfianza en la comunidad y separa a sus miembros; la poliomielitis como metáfora de la vulnerabilidad humana y la vincula con la culpa, el miedo y la existencia de Dios. Un historia dura y profundamente emotiva.
Sin duda que Némesis, independientemente que hable de polio, es una de esas novelas que hay que leer. El gran epílogo de un autor genial.
Cómics
Imagino que si a Bob Dylan, cantautor mítico al que admiro, le concedieron el pasado 2016 el premio Nobel de Literatura «por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción», dejando claro con esa controvertida decisión que las letras cantadas son en sí mismas literatura, también se pueden dedicar unas escuetas referencias en este trabajo sobre polio y literatura a las novelas gráficas; a los cómics. Da poco de sí, pero sin duda es curioso.
Lo primero es citar nada más y nada menos que al Capitán América, ese patriótico superhéroe protegido de antifaz y un indestructible escudo de “vibranium y adamantium”, ataviado de barras y estrellas que nació en 1940. Steve Rogers era un joven débil rechazado por el ejército por su discapacidad, debida a la poliomielitis, que se convertirá en un supersoldado fruto de un experimento al que se presentará como voluntario. Evidentemente la enfermedad es tan solo una anécdota dentro de la interminable saga.
En 2006, Katherine Krahn inmortalizó a Jonas Salk en una novela gráfica: Jonas Salk and the polio vaccine y en 2014 Samantha Louise III publicó History for kids: Jonas Salk.
También se mostró en un cómic la lucha de Elizabeth Kenny (1880-1952) en el tratamiento de la poliomielitis. Se publicó en 1972, dentro de la colección “Mujeres célebres” y llevó por título: La hermana Kenny y la polio.
El pequeño Polio (1998), de Farid Boudgella (1953), es una serie de novelas gráficas que transcurren en Toulon, en el mediterráneo francés en 1958. Con la independencia de Argelia como fondo. Mahmoud Slimani es un niño argelino de 6 años con poliomielitis, un chico hiperactivo y alegre que sobrelleva bien su enfermedad, con humor y con la ilusión de que algún día le curarán. El autor, con secuelas de polio, plasma sus propias vivencias en esta obra curiosa e interesante, preocupada además por el panorama político y social, por la inmigración y una xenofobia cada vez más creciente.
Literatura española sobre polio
Ni que decir tiene que si la literatura sobre polio en general es escasa, si la adscribimos a este país que es España apenas roza los dedos de una mano. Es verdad que hoy en día, gracias a las redes sociales, es posible leer y conocer muchas historias personales, vivencias que numerosos supervivientes de la polio han querido compartir, a veces como una manera de exorcizar esos fantasmas atrapados en su interior desde hace muchos años.
Pero en este caso destaco la proeza que supone escribir con el ánimo de publicar, editar siendo un autor completamente desconocido tratando de llegar al gran público con libros en el que uno de los ingredientes principales es una enfermedad infecciosa sufrida en la infancia, páginas repletas de valor y esfuerzo, de secuelas físicas y psicológicas y donde, por regla general, el suspense se haya únicamente en las dificultades de la propia superación.
Pilar Pereira Galiana nació en Moguer, Huelva, en 1954, y hoy reside en Sevilla. Con catorce meses enfermó de polio y por ello pasó diez años ingresada en el Sanatorio de la Malvarrosa de Valencia, habitual en aquellos tiempos y uno de los lugares de referencia de la polio entonces. En 2006 publicó El vuelo del alma, un repaso a su propia vida donde con indulgencia y sensibilidad, a veces sobrecogedora, Pilar va desgranando sus años de infancia (también de adolescencia y madurez) entre operaciones, médicos y monjas…, pero frente al mar. Escrito con la pluma de la esperanza y la ternura, de la poesía que revolotea a través del alma, buscando siempre el lado humano y positivo porque: “hay que sobreponerse a todas las dificultades que la vida va poniendo”.
Aunque a veces entre líneas se trasmita la dureza por esa vida que le ha tocado vivir:
«Ocurrió un buen día que, de repente, al ponerme los aparatos y coger los bastones para aprender a caminar no caí al suelo estrepitosamente como lo venía haciendo siempre. Al contrario, pude avanzar con pasitos muy cortos por primera vez en mi vida y así comenzaba para todos una nueva y feliz singladura llena de gritos de esperanza. Fue otro regalo más, sorpresa maravillosa que me tenía reservada la vida. Por fin podía andar, me daba exactamente igual la forma de hacerlo».
Ana María Brenes es una escritora sevillana nacida en 1943 que a los tres años contrajo polio. Estudió magisterio y durante 30 años se dedicó “a aprender y a enseñar”, toda una vida dedicada a la enseñanza que plasmó en una autobiografía donde hace un repaso de recuerdos y vivencias, las suyas y las de sus alumnos. “Unos niños me realizaron un regalo, en forma de pergamino, donde me describen como una cazadora de sueños: romántica, soñadora e idealista. Una descripción que ni yo misma podría haber realizado mejor”. Publico el primer volumen de La cazadora de sueños en 2009, la segunda parte vio la luz en 2010.
Cristina Blanco Cabillas nació en Ceuta en 1960 aunque reside en Barcelona. Contrajo la polio con apenas unos meses lo que sin duda marcó su existencia. En 2015 publicó Sobrevivir a una vida, un repaso completo a su vida compleja, luchando “porque no me vieran todos como una minusválida”, en el que habla de discapacidad, maltrato y maternidad. Un libro duro y difícil, y cuanto menos valiente.
Como indiqué antes, hoy día no es difícil encontrarse con testimonios recogidos en multitud de blogs y redes sociales explicando vivencias propias de personas que han tenido que sobrevivir con la marca inmutable y permanente de la polio. Algo de esto es lo que pretende Sueños en la mirada (2017), una antología de relatos ilustrados, mezcla de historias reales y de ficción, también poesías, que pretende reflejar la realidad de la polio (pasada y presente), trazados por el cincel de dieciséis autores, entre los que tengo el honor de formar parte, que la sufrieron en su infancia y plasmados en un libro de temática emocionante, cargado de sinceridad y verdad.
Promovido por la Asociación Malagueña de Afectados de Polio y Postpolio (AMAPyP), los beneficios de este libro son donados en su integridad para la investigación del Síndrome Postpolio en un convenio reciente firmado con la Universidad de Málaga.
Y 2015 fue el año que vio la luz Sueños de escayola. Mi primera novela. La historia de Pablo, un niño ingenuo de diez años que padece polio, motivo por el que será ingresado tras los muros del sanatorio de la Malvarrosa de Valencia durante casi un año (¡de nuevo el sanatorio de la Malvarrosa!); pero también es la historia de Ceferino, El Cordobés, Daniel, Elisa, sor Manuela, don Álvaro y la de tantas personas que tuvieron que convivir con aquella enfermedad terrible que asoló el mundo, y en especial España, durante aquellas décadas aciagas de los 50 y 60. Una historia protagonizada básicamente por niños que reivindican una infancia diferente y llena de momentos de humor y también de lágrimas, de aventura, emoción y melancolía. Cualquier niñez, incluso las más desamparadas, están cargadas con soplos de brisa.
Conclusión
De momento hasta aquí he podido llegar. Fuera he dejado al Dr. Juan Antonio Rodríguez Sánchez, Profesor de Historia de la Ciencia de la Universidad de Salamanca, conferenciante y profundo conocedor de la Historia de la Poliomielitis en España y Portugal, así como del Síndrome Postpolio, con numerosos artículos y trabajos divulgativos publicados; también a Daniela Edelvis Testa, Doctora en Ciencias Sociales, investigadora argentina sobre polio y postpolio que en unas semanas va a publicar un trabajo llamado Del alcanfor a la vacuna Sabin, la polio en la Argentina, y lo hago para ceñirme exclusivamente a la literatura de narrativa. Aunque aporto su mención por el interés que tienen sus estudios.
No son muchas las obras presentadas, lo sé, pero es lo que hay. He tratado de hacer labor de investigación y poder reflejar los libros publicados en castellano (aunque como referencia básica haya citado otros que no están traducidos) Si alguien conoce alguno que no esté incluido en este repaso agradecería que me lo hiciera saber.
Considero que es muy importante que no nos falte memoria hacia todo cuando dejaron tras de sí aquellas epidemias de polio, las personas que la sufrieron, los afectados y sus familiares, sus vivencias y las consecuencias que tuvo en el mundo.
Lo que queda escrito permanecerá para siempre, lo que no, “las palabras se las lleva el viento”. Hagamos posible una literatura sobre polio. Historias emocionantes no van a faltar.
Documentación:
—Poliomyelitis in literature, cinema and television – Susana Collado Vázquez y Jesús M. Carrillo
—Wikipedia
*Autor de Sueños de escayola.
https://www.esdiario.com/999951793/Polio-y-literatura-y-2.html
Una de ellas es Némesis (2010) de Philip Roth (1933), una auténtica obra maestra de uno de los mejores escritores estadounidenses del siglo XX. Eterno aspirante al Nobel que en 2012, tras recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, anunció que dejaba de escribir y que Némesis sería su última novela.
La historia está ambientada en la comunidad judía de Newark, New Jersey, en el verano de 1944, en plena Segunda Guerra Mundial. Comienza como un relato idílico que se va ensombreciendo por los cada vez más numerosos casos de poliomielitis que llenan las casas de dolor y desesperanza. Philip Roth describe de forma muy precisa la sintomatología de la enfermedad y el terror que causó en Estados Unidos, hasta el punto de que a los niños se les prohibía jugar en piscinas, parques infantiles o acudir al cine; la pesada atmósfera del barrio con el asfixiante calor que casi parece palparse, la progresiva angustia de las familias y la oprimente presencia constante de la polio.
Desorientada y asustada, la gente busca culpables y de forma irracional atribuye la enfermedad a la leche, las moscas, las granjas porcinas, o incluso encuentra en una persona con discapacidad, en las personas de raza negra o en la comunidad italiana los chivos expiatorios a los que culpar de lo que está ocurriendo.
Bucky Cantor, de 23 años, deportista, monitor de actividades al aire libre de un grupo escolar, ve cómo la poliomielitis se ceba con sus alumnos. Él quiere luchar contra la infección, el miedo, la rabia y el dolor. Se siente frustrado por no haber podido ir a la guerra por su defecto visual y por no poder ayudar a sus chicos contra la enfermedad. Presionado por su novia, Bucky marcha de Newark y se va a cuidar a otros jóvenes en un campamento de los montes Poconos, dejando atrás a su barrio y a sus alumnos. El narrador, que se descubre a media novela, será decisivo en el inesperado y emocionante giro final.
El autor de Pastoral Americana retrata cómo la enfermedad siembra la desconfianza en la comunidad y separa a sus miembros; la poliomielitis como metáfora de la vulnerabilidad humana y la vincula con la culpa, el miedo y la existencia de Dios. Un historia dura y profundamente emotiva.
Sin duda que Némesis, independientemente que hable de polio, es una de esas novelas que hay que leer. El gran epílogo de un autor genial.
Cómics
Imagino que si a Bob Dylan, cantautor mítico al que admiro, le concedieron el pasado 2016 el premio Nobel de Literatura «por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción», dejando claro con esa controvertida decisión que las letras cantadas son en sí mismas literatura, también se pueden dedicar unas escuetas referencias en este trabajo sobre polio y literatura a las novelas gráficas; a los cómics. Da poco de sí, pero sin duda es curioso.
Lo primero es citar nada más y nada menos que al Capitán América, ese patriótico superhéroe protegido de antifaz y un indestructible escudo de “vibranium y adamantium”, ataviado de barras y estrellas que nació en 1940. Steve Rogers era un joven débil rechazado por el ejército por su discapacidad, debida a la poliomielitis, que se convertirá en un supersoldado fruto de un experimento al que se presentará como voluntario. Evidentemente la enfermedad es tan solo una anécdota dentro de la interminable saga.
En 2006, Katherine Krahn inmortalizó a Jonas Salk en una novela gráfica: Jonas Salk and the polio vaccine y en 2014 Samantha Louise III publicó History for kids: Jonas Salk.
También se mostró en un cómic la lucha de Elizabeth Kenny (1880-1952) en el tratamiento de la poliomielitis. Se publicó en 1972, dentro de la colección “Mujeres célebres” y llevó por título: La hermana Kenny y la polio.
El pequeño Polio (1998), de Farid Boudgella (1953), es una serie de novelas gráficas que transcurren en Toulon, en el mediterráneo francés en 1958. Con la independencia de Argelia como fondo. Mahmoud Slimani es un niño argelino de 6 años con poliomielitis, un chico hiperactivo y alegre que sobrelleva bien su enfermedad, con humor y con la ilusión de que algún día le curarán. El autor, con secuelas de polio, plasma sus propias vivencias en esta obra curiosa e interesante, preocupada además por el panorama político y social, por la inmigración y una xenofobia cada vez más creciente.
Literatura española sobre polio
Ni que decir tiene que si la literatura sobre polio en general es escasa, si la adscribimos a este país que es España apenas roza los dedos de una mano. Es verdad que hoy en día, gracias a las redes sociales, es posible leer y conocer muchas historias personales, vivencias que numerosos supervivientes de la polio han querido compartir, a veces como una manera de exorcizar esos fantasmas atrapados en su interior desde hace muchos años.
Pero en este caso destaco la proeza que supone escribir con el ánimo de publicar, editar siendo un autor completamente desconocido tratando de llegar al gran público con libros en el que uno de los ingredientes principales es una enfermedad infecciosa sufrida en la infancia, páginas repletas de valor y esfuerzo, de secuelas físicas y psicológicas y donde, por regla general, el suspense se haya únicamente en las dificultades de la propia superación.
Pilar Pereira Galiana nació en Moguer, Huelva, en 1954, y hoy reside en Sevilla. Con catorce meses enfermó de polio y por ello pasó diez años ingresada en el Sanatorio de la Malvarrosa de Valencia, habitual en aquellos tiempos y uno de los lugares de referencia de la polio entonces. En 2006 publicó El vuelo del alma, un repaso a su propia vida donde con indulgencia y sensibilidad, a veces sobrecogedora, Pilar va desgranando sus años de infancia (también de adolescencia y madurez) entre operaciones, médicos y monjas…, pero frente al mar. Escrito con la pluma de la esperanza y la ternura, de la poesía que revolotea a través del alma, buscando siempre el lado humano y positivo porque: “hay que sobreponerse a todas las dificultades que la vida va poniendo”.
Aunque a veces entre líneas se trasmita la dureza por esa vida que le ha tocado vivir:
«Ocurrió un buen día que, de repente, al ponerme los aparatos y coger los bastones para aprender a caminar no caí al suelo estrepitosamente como lo venía haciendo siempre. Al contrario, pude avanzar con pasitos muy cortos por primera vez en mi vida y así comenzaba para todos una nueva y feliz singladura llena de gritos de esperanza. Fue otro regalo más, sorpresa maravillosa que me tenía reservada la vida. Por fin podía andar, me daba exactamente igual la forma de hacerlo».
Ana María Brenes es una escritora sevillana nacida en 1943 que a los tres años contrajo polio. Estudió magisterio y durante 30 años se dedicó “a aprender y a enseñar”, toda una vida dedicada a la enseñanza que plasmó en una autobiografía donde hace un repaso de recuerdos y vivencias, las suyas y las de sus alumnos. “Unos niños me realizaron un regalo, en forma de pergamino, donde me describen como una cazadora de sueños: romántica, soñadora e idealista. Una descripción que ni yo misma podría haber realizado mejor”. Publico el primer volumen de La cazadora de sueños en 2009, la segunda parte vio la luz en 2010.
Cristina Blanco Cabillas nació en Ceuta en 1960 aunque reside en Barcelona. Contrajo la polio con apenas unos meses lo que sin duda marcó su existencia. En 2015 publicó Sobrevivir a una vida, un repaso completo a su vida compleja, luchando “porque no me vieran todos como una minusválida”, en el que habla de discapacidad, maltrato y maternidad. Un libro duro y difícil, y cuanto menos valiente.
Como indiqué antes, hoy día no es difícil encontrarse con testimonios recogidos en multitud de blogs y redes sociales explicando vivencias propias de personas que han tenido que sobrevivir con la marca inmutable y permanente de la polio. Algo de esto es lo que pretende Sueños en la mirada (2017), una antología de relatos ilustrados, mezcla de historias reales y de ficción, también poesías, que pretende reflejar la realidad de la polio (pasada y presente), trazados por el cincel de dieciséis autores, entre los que tengo el honor de formar parte, que la sufrieron en su infancia y plasmados en un libro de temática emocionante, cargado de sinceridad y verdad.
Promovido por la Asociación Malagueña de Afectados de Polio y Postpolio (AMAPyP), los beneficios de este libro son donados en su integridad para la investigación del Síndrome Postpolio en un convenio reciente firmado con la Universidad de Málaga.
Y 2015 fue el año que vio la luz Sueños de escayola. Mi primera novela. La historia de Pablo, un niño ingenuo de diez años que padece polio, motivo por el que será ingresado tras los muros del sanatorio de la Malvarrosa de Valencia durante casi un año (¡de nuevo el sanatorio de la Malvarrosa!); pero también es la historia de Ceferino, El Cordobés, Daniel, Elisa, sor Manuela, don Álvaro y la de tantas personas que tuvieron que convivir con aquella enfermedad terrible que asoló el mundo, y en especial España, durante aquellas décadas aciagas de los 50 y 60. Una historia protagonizada básicamente por niños que reivindican una infancia diferente y llena de momentos de humor y también de lágrimas, de aventura, emoción y melancolía. Cualquier niñez, incluso las más desamparadas, están cargadas con soplos de brisa.
Conclusión
De momento hasta aquí he podido llegar. Fuera he dejado al Dr. Juan Antonio Rodríguez Sánchez, Profesor de Historia de la Ciencia de la Universidad de Salamanca, conferenciante y profundo conocedor de la Historia de la Poliomielitis en España y Portugal, así como del Síndrome Postpolio, con numerosos artículos y trabajos divulgativos publicados; también a Daniela Edelvis Testa, Doctora en Ciencias Sociales, investigadora argentina sobre polio y postpolio que en unas semanas va a publicar un trabajo llamado Del alcanfor a la vacuna Sabin, la polio en la Argentina, y lo hago para ceñirme exclusivamente a la literatura de narrativa. Aunque aporto su mención por el interés que tienen sus estudios.
No son muchas las obras presentadas, lo sé, pero es lo que hay. He tratado de hacer labor de investigación y poder reflejar los libros publicados en castellano (aunque como referencia básica haya citado otros que no están traducidos) Si alguien conoce alguno que no esté incluido en este repaso agradecería que me lo hiciera saber.
Considero que es muy importante que no nos falte memoria hacia todo cuando dejaron tras de sí aquellas epidemias de polio, las personas que la sufrieron, los afectados y sus familiares, sus vivencias y las consecuencias que tuvo en el mundo.
Lo que queda escrito permanecerá para siempre, lo que no, “las palabras se las lleva el viento”. Hagamos posible una literatura sobre polio. Historias emocionantes no van a faltar.
Documentación:
—Poliomyelitis in literature, cinema and television – Susana Collado Vázquez y Jesús M. Carrillo
—Wikipedia
*Autor de Sueños de escayola.
https://www.esdiario.com/999951793/Polio-y-literatura-y-2.html
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