Andoni Moreno
Imaginaos esta escena:
A Lola, la han invitado a merendar, para celebrar el cumpleaños de
su sobrino, en una cafetería céntrica de su ciudad. Al llegar a la
cafetería se encuentra que hay un gran escalón justo en la entrada, los
camareros muy amables se ofrecen a subirla ¿pero cómo se sube una silla
de ruedas de 150 Kg. a la que
hay que añadir el peso de ella, además de la estrechez de la entrada?
Tras innumerables intentos, desisten, pues se hace imposible el agarrar
dicha silla.
Lola tuvo que quedarse en la puerta por no desairar a su sobrino,
mientras algunos familiares se relevaban y la hacían compañía, y los
amables camareros la sacaban el trozo de tarta y refrescos a la puerta.
Pues, no, esta escena, no es de ninguna película, se repite
constantemente en nuestras ciudades y en la mayoría de establecimientos
comerciales y hosteleros.
A pesar de tener leyes y normativas que se incumplen
sistemáticamente por que los funcionarios que tendrían que velar por su
cumplimiento (que además cobran por ello) hacen dejadez de sus funciones
por amiguismo, por no enfrentarse a las asociaciones de comerciantes. .
. etc., etc.
Yo, si fuera comerciante, concienciado, y cumplidor de las leyes, me
sentiría ofendido por el agravio comparativo. Tampoco apelo a la
sensibilidad de las personas, sino a la profesionalidad como vendedor,
viendo potenciales clientes, que este es el fin de su cometido.
Hay un eslogan que reza “POR UN COMERCIO JUSTO” ¿Y la dignidad de
las personas qué? Por que tener que comprar desde la puerta no lo
considero digno, por muy amable que sea la persona que nos atienda,
además yo pago con dinero de curso legal, o acaso pido que el precio del
producto sea acorde a la forma de compra, ósea, disminuido de forma
brutal, pues yo también soy muy amable.
Vaya por delante que no tengo nada contra los comerciantes, sino contra los que impiden la normalización de mi vida.
Para éstos últimos, daré a mis amigos, familiares y colegas de
“indignidades”, unas ideas que queremos poner en práctica en la
asociación a la que pertenezco y con la cual colaboro:
-Hacer un listado, actualizable, con los establecimientos
comerciales y hosteleros de mi ciudad que son accesibles y ponerlos en
Internet y en un boletín trimestral que se buzoneará a nivel local.
-Además de hacer unas pegatinas de plástico transparente con el logo del
discapacitado, para poner en la puerta del establecimiento, indicando
que el lugar es accesible.
http://blogs.periodistadigital.com/sillaruedas.php/2009/09/20/p249913#more249913
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