sábado, 26 de septiembre de 2009

Rampas, escaleras mecánicas y ascensores

Andoni Moreno

Un preso de la conciencia ajena
 
Se ha puesto de moda en las ciudades, con una orografía un poco peculiar, el facilitar la vida de sus ciudadanos poniendo rampas, escaleras mecánicas y ascensores. Eso está muy bien, pues cada día hay mas personas mayores y con problemas variados que se benefician de estos artilugios en su vida diaria.

Lo que me indigna es que se dedican grandes partidas de dinero para esto, y luego se escatime en cosas tan simples como el rebajar un escalón.

Si, habéis acertado, soy usuario de silla de ruedas, y mientras me alegro por la comodidad de los demás, sufro la prisión que es para mí (como otros muchos compañeros) un simple escalón. ¿Qué exagero?, por un simple escalón en el portal no se puede salir a la calle, por un
simple escalón no puedo cruzar un paso de peatones, no puedo tomar un café en un bar, comprar ropa o comida, no puedo entrar en establecimientos públicos ni privados, etc., etc... ¡Los que andan en silla saben de lo que hablo!

No se que criterios se utilizan para acometer este tipo de obras, pero me consta que no se prima la calidad humana, pues lo que es para unos una ayuda o accesorio, para otros es un imposible (Un escalón es una cárcel para nosotros).

http://blogs.periodistadigital.com/sillaruedas.php/2009/08/26/rampas-escaleras-mecanicas-y-ascensores

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