El Ayuntamiento de Ogíjares exporta una idea de Italia para que los conductores se lo piensen antes de ocupar una plaza para discapacitados
Foto: Ayuntamiento de Ogíjares
Juan Prieto / @juanprieto10
La esencia del mensaje colocado bajo la señal propia señal es apelar a la conciencia de los ciudadanos para que, antes de ocupar ese espacio acotado, se lo piensen dos veces; no ya por la casi segura multa que le acarreará la infracción -casi inevitable, por hallarse muy cerca de las oficinas de la Policía Local cachurra- sino para que el usuario del vehículo se ponga en la piel de la persona a la que está perjudicando por su incivismo.
De hecho, el artículo 94.2 del Código de Circulación cataloga como falta grave estacionar en zona señalizada para uso exclusivo de personas con movilidad reducida y establece una multa de 200 euros. Además, la grúa puede retirar el vehículo.
La presencia de la señal ha surtido efecto y desde el Ayuntamiento aseguran que el número de personas que han utilizado la plaza de aparcamiento de forma indebida ha descendido.
Ahora habrá que comprobar si esta idea, que tan bien ha funcionado en Ogíjares, cuaja en otros municipios y de esta manera sirve para inculcar el respeto civismo para preservar las plazas para discapacitados.
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