Se tumbó en la calzada y acusó a gritos a los agentes de "causarle lesiones" por moverle. Se le imputan varios delitos.
El hombre, arrastrado por agentes de la Guardia Municipal
La extraña escena tuvo lugar en la céntrica calle Fuenterrabia de San Sebastián el pasado viernes 21
por la tarde. Entre risas, los transeúntes grabaron a un hombre que se
desgañitaba tirado en la calzada mientras los conductores, menos
divertidos, trataban de avanzar. La presunta víctima exigía ser
grabado para que quedase prueba del "abuso policial", todo con tal de
evitar una multa de aparcamiento. Ha terminado imputado por desobediencia, resistencia a la autoridad y por un delito contra la seguridad vial.El Mercedes del protagonista del vídeo viral se encontraba estacionado en una de las plazas para discapacitados de la calle. Cuando la Guardia Municipal se acercó a comprobar la tarjeta acreditativa de discapacidad que lucía en el salpicadero, los agentes determinaron que estaba caducada. Procedieron a inmovilizar el vehículo con un cepo y a esperar a su dueño para comprobar su documentación, relata El Correo.
Pero cuando el conductor, procedente de Ciudad Real y de visita en la capital donostiarra, apareció, tampoco fue capaz de acreditar su minusvalía con documentos en vigor. Si en el vídeo aparece con la pantorrilla derecha descubierta, es porque esa fue su demostración de su grado de discapacidad: sufre de atrofia en la pierna. Pero ante la ausencia de justificaciones de curso legal, decidió fingir una mucho más grave, algún tipo de lesión de columna que lo habría tendido en el suelo y que solo podría ser atendido por profesionales sanitarios.
"¡Delante de las ruedas de un coche no!" - chilla al verse desplazado junto a su coche inmovilizado, como si la intención de la Guardia Municipal fuera la de acabar con su vida por atropello. Muy lentamente, rueda sobre sí mismo para escapar del potencial peligro de aplastamiento. Entre rítmicos "ayes", denuncia que los policías que le han movido no son "personal facultativo" y no tienen "criterio médico" para ocuparse de él.
Tras espiar por el rabillo del ojo que, efectivamente, le están grabando, hunde la cabeza entre los brazos. Pero solo resiste unos segundos callado: "¡Me encuentro peor desde que me han movido!" - empieza a gritar en la perfecta representación de un niño con una rabieta.
El cámara improvisado no puede contenerse y reclama un aplauso lento para el protagonista. "¿Lo has grabado todo?" - pregunta él, inmune a la ironía. "Perfecto. ¿Has visto como me han arrastrado los agentes?". "Abuso de la ley" - responde mofándose el propietario del móvil, arrancando más risas a los espectadores.
http://www.elespanol.com/social/20170424/210979082_0.html
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