jueves, 31 de agosto de 2017
UN NUEVO LOGO ANIMADO PARA COTA CERO
UN NUEVO LOGO ANIMADO PARA COTA CERO
Un nuevo logo en el que querido plasmar la filosofía de esta asociación que no es otra que la ELIMINACIÓN DE LAS BARRERAS EN NUESTRAS VIDAS.
El trabajo inicial hay que reconocérselo a Andoni Moreno Santurce Accesible ya que yo lo único que he hecho es animarlo.
Espero os guste.
Juan Romero
Un nuevo logo en el que querido plasmar la filosofía de esta asociación que no es otra que la ELIMINACIÓN DE LAS BARRERAS EN NUESTRAS VIDAS.
El trabajo inicial hay que reconocérselo a Andoni Moreno Santurce Accesible ya que yo lo único que he hecho es animarlo.
Espero os guste.
Juan Romero
miércoles, 30 de agosto de 2017
martes, 29 de agosto de 2017
Cien días para ser accesibles en Alicante
El 4 de diciembre finaliza el plazo concedido por la Ley de Derechos de las Personas con Discapacidad para eliminar las barreras arquitectónicas
Dentro de 100 días no deberían existir las
barreras arquitectónicas
en España. Esta entelequia, además de completamente irreal, no sería
tan preocupante si no fuesa porque el 4 de diciembre de 2017 finaliza el
plazo para garantizar que las
personas con discapacidad puedan hacer uso de los
elementos comunes en edificios privados y públicos en las mismas
condiciones que el resto de la ciudadanía.
Así lo recoge el Real Decreto Legislativo 1/2013, por el que se
aprueba el Texto Refundido de la Ley General de Derechos de las Personas
con Discapacidad y de su Inclusión Social. Es decir, que diez años
después de configurar un marco legislativo de protección de los derechos de las personas con discapacidad, todo apunta a que los plazos se van a incumplir de una manera evidente.El movimiento asociativo de personas con discapacidad es muy receloso a la hora de dar un margen de confianza. Por muchos avances que se hayan producido en los últimos meses, especialmente en calzadas, comercios, edificios de pública concurrencia, transportes y edificios públicos, «es absolutamente inviable que se pueda cumplir la ley en cuatro meses y vamos a seguir adoleciendo de falta de muchos espacios accesibles», asegura el presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) en Alicante, Antonio Ruescas.
En 2015, el Consejo General del Colegio de Administradores de Fincas de España (CGCAFE), reconocía que el 75% de los edificios necesitaban mejorar la accesibilidad. Si a este déficit le añadimos que, al menos, en uno de cada cinco hogares españoles vive un discapacitado (según el INE), sería necesario acometer reformas en el 20 % de los más de 18 millones de hogares que hay registrados en España.
En estos dos últimos años son muy frecuentes las reformas que se han acometido en propiedades privadas. El administrador de fincas José María Manchón, que gestiona unas 50 comunidades por Alicante y alrededores, piensa que las obras se realizan «porque hay algún caso concreto de minusvalía o vive un vecino con movilidad reducida y se pide que se haga la obra, pero no se hacen obras por cumplir la ley».
Por parte del comercio, el presidente de Corazón de Alicante, Vicente Armengol, considera que el cumplimiento de la ley es «bastante alto. Los nuevos negocios cumplen la normativa, pero los negocios antiguos están muy limitados por la propia finca. Y además, no es lo más urgente cuando el comercio no está en su mejor momento».
Para Armengol, es más grave la situación de «muchas calles de zonas comerciales, que apenas tienen aceras, como Bailén o Manuel Antón, junto al Mercado». Por eso confía en que pronto se pueda peatonalizar el centro tradicional (Constitución, Castaños, Gabriel Miró), una medida que «aumentará la accesibilidad».
http://amp.diarioinformacion.com/alicante/2017/08/28/cien-dias-accesibles/1930121.html
La sociedad, la gran barrera para una Palma accesible
Los conductores que aparcan en cualquier sitio y sobre las aceras son el principal obstáculo en Santa Catalina y El Terreno
Accesibilidad no universal.
Transitar por algunas barriadas alejadas del centro de Palma es misión
imposible para quien vaya en silla de ruedas, empuje un cochecito de
bebé o simplemente tenga dificultades para moverse. Vehículos mal
aparcados, pero también bordillos sin rebajar, árboles, señales y postes
de electricidad que reducen el espacio, así como peatones que sólo
miran su móvil dificultan el paso
Santa Catalina es uno de los barrios de Palma con peor accesibilidad. Lo sostiene Matías Bosch, presidente de la Federación de Personas con Discapacidad Física de Balears (Predif). "Hay mucha barrera arquitectónica y mucha rebaja de bordillos por hacer", comenta. Y un paseo por esta zona basta para comprobarlo. Hace unos días, este diario se hacía eco de una denuncia sobre el bloqueo se suponían los coches mal aparcados en la esquina entre las calles Ferro y Despuig. Ayer, mismo lugar, misma situación y mismo bloqueo por un coche mal aparcado...
"La barrera arquitectónica más importante es la sociedad, por encima de los obstáculos físicos", afirma el presidente de Predif sobre este hecho tan frecuente. Pero no se trata sólo de coches mal aparcados, sino de bicicletas que circulan sobre la acera, gente mirando a la pantalla del móvil sin preocuparse por si entorpece el paso de otros... "Si no te quieres topar con ellos, tienes que hacer una curva fantástica", añade Matías Bosch.
Y cuando no son estos casos, explica el presidente de la Predif, se trata de las terrazas de bares que cada vez van comiendo más espacio de la vía pública. "Lo que no podemos hacer nosotros es meternos en los alcorques, necesitamos espacios más amplios", dice Bosch, quien remarca que el centro de Palma sí es totalmente accesible.
Santa Catalina, Son Cladera, el Vivero, el Terreno, el polígono de Son Castelló son las zonas con menos accesibilidad. Rodrigo Romero, concejal de Infraestructuras y Accesibilidad, recuerda que la oficina Palma Accesible recibe y tramita quejas por barreras en diferentes áreas. Según el concejal, los edificios públicos de Palma están adaptados, o al menos "queda muy poco por hacer", y el municipio cuenta con cinco playas adaptadas y certificadas como accesibles.
En cuanto a las aceras, a la vía pública, Romero asegura que cada vez que se acomete una obra, una reforma de acera, "se hace nueva con criterios de accesibilidad, aunque eso implique quitar aparcamientos de coches". Lo mismo ocurre con la renovación del alumbrado, declara el responsable de Infraestructuras. Se busca un alternativa para dejar más espacio en la acera, no solo para las sillas de ruedas, sino para los carritos de bebés o simplemente para que una persona con un paraguas pueda pasar, explica Romero.
¿El fin de las barreras?
Falta supervisión en el sector privado
En unos cien días, el 4 de diciembre, finaliza el plazo para que las zonas comunes de edificios privados y públicos sean totalmente accesibles a personas con discapacidad, de acuerdo con el Real Decreto 1/2013. En estos momentos, según José Antonio Juan, vocal del Colegio de Administradores de Fincas, el 60% de las comunidades de propietarios ha realizado las obras oportunas para ser accesibles, ya sea con rampas o elevadores.
Como sucedió con el decreto de 2003 de supresión de barreras arquitectónicas, la normativa de 2013 también ha estado acompañada de ayudas para garantizar la accesibilidad. El problema, al menos en el sector privado, es que después de las fechas límite no se comprueba nada ni se remite un escrito a las comunidades de propietarios recordándoles su obligación, como sí se hace con la inspección técnica de edificios, apunta el administrador.
En unos cien días, el 4 de diciembre, finaliza el plazo para que las zonas comunes de edificios privados y públicos sean totalmente accesibles a personas con discapacidad, de acuerdo con el Real Decreto 1/2013. En estos momentos, según José Antonio Juan, vocal del Colegio de Administradores de Fincas, el 60% de las comunidades de propietarios ha realizado las obras oportunas para ser accesibles, ya sea con rampas o elevadores.
Como sucedió con el decreto de 2003 de supresión de barreras arquitectónicas, la normativa de 2013 también ha estado acompañada de ayudas para garantizar la accesibilidad. El problema, al menos en el sector privado, es que después de las fechas límite no se comprueba nada ni se remite un escrito a las comunidades de propietarios recordándoles su obligación, como sí se hace con la inspección técnica de edificios, apunta el administrador.
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