Una mujer en silla de ruedas observa los andenes no adaptados a
discapacitados el día de la inauguración de la estación de autobuses. /
Elkartu solicita al Ayuntamiento ante el TSJPV que reduzca a 18 las 21 dársenas actualmente existentes para que todas puedan estar habilitadas
Elkartu, la Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Gipuzkoa, está dispuesta a mantenerse firme en sus postulados, en su objetivo de promover una sociedad igual para todos desde el «reconocimiento y el respeto a la diversidad». Lleva treinta años esforzándose en ello. Uno de sus retos más inmediatos y a la vez de mayor trascendencia es conseguir que la nueva estación de autobuses de Donostia, inaugurada el pasado año, disponga de todos los andenes preparados para personas que tienen problemas de movilidad. En la actualidad, el equipamiento de la capital cuenta con 9 de las 21 dársenas dotadas de accesibilidad y la federación reclama que todas lo estén. Para ello propone que se lleve a cabo una reducción de los apeaderos, hasta dejarlos en 18, y exige que todos sean «accesibles para personas con movilidad reducida en silla de ruedas».
La federación se ha propuesto llevar esta reivindicación hasta sus últimas consecuencias. Prueba de ello es que ha interpuesto una demanda ant e la jurisdicción Contencioso Administrativa en la que solicita que el Ayuntamiento donostiarra y la empresa contratista, UTE Intermodal Donosti, adecuen la infraestructura conforme a su demanda.
Elkartu ya pidió formalmente al Consistorio donostiarra la reconfiguración de la estación. Las gestiones y reuniones que mantuvieron desde septiembre de 2014, con el entonces Gobierno de Bildu dirigidas a garantizar la «accesibilidad universal» de «todas y cada una» de las dársenas construidas, sin embargo, no fructificaron, según se recoge en el escrito presentado ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior del País Vasco por el letrado Rafael Castro Mocoroa, que representa a dicha asociación. El texto precisa que la judicialización de la demanda obedece al «evidente y sospechoso silencio» que el Ayuntamiento ha mantenido respecto a los numerosos requerimientos y recursos formulados por Elkartu, así como a los realizados por el Ararteko y el Consejo Vasco para la Promoción de la Accesibilidad.
La terminal, inaugurada el año pasado, cuenta con 9 de las 21 dársenas dotadas de accesibilidad
Diferentes proyectos
La demanda interpuesta efectúa un relato cronológico de las diferentes modificaciones que ha sufrido el proyecto y en este sentido, recuerda que «el primitivo» contempló la previsión de 23 dársenas, de las cuales únicamente 2 resultaban accesibles, y una tercera auxiliar, también parcialmente accesible para personas que precisaban para su desplazamiento de una silla de ruedas.
En fecha posterior, según se recoge en el texto presentado, «se indicó» que de los 23 andenes, 5 resultarían accesibles, «dos de ellos maniobrando marcha atrás». Y ya en la recta final de la ejecución, esto es en noviembre de 2015, el Ayuntamiento, conformado tras las últimas elecciones por la coalición PNV-PSE, y la empresa concesionaria, alcanzaron el acuerdo de reducir el número de dársenas a 21, dotando a 9 de ellas de accesibilidad, de manera que «5 andenes tendrían las dimensiones ajustadas a la norma y en los otros 4 se permitiría la accesibilidad al acceder los autobuses en maniobra de marcha atrás», se precisa en el texto de reclamación presentado ante el juzgado.
Finalmente, fue ésta la solución constructiva que se ejecutó y que de manera oficial entró en funcionamiento el 6 de febrero del año pasado.
Elkartu denunció desde el primer momento la ausencia de accesos para personas con discapacidad y en septiembre de 2015 solicitó la intervención y mediación del Ararteko. Al mismo tiempo elaboró una «propuesta técnica» que contemplaba la reducción de 21 a 18 las dársenas del espacio interior, de manera que todas ellas dispondrían de andenes debidamente dotados para personas en silla de ruedas.
La asociación considera que esta propuesta es «suficiente para dar respuesta a las necesidades de movilidad de la población tanto local como al territorio histórico de Gipuzkoa» y sustenta esta afirmación, en parte, en unas manifestaciones del arquitecto director de la obra que llegó a afirmar que con «12 ó 15 dársena» serían suficientes para cubrir las necesidades de los usuarios. «En consecuencia, la deducción y conclusión lógica es que los 18 andenes propuestos por Elkartu resultan más que suficientes, cubren perfectamente las necesidades» y cumplen «asimismo con el principio de accesibilidad universal de obligado cumplimiento para la administración pública», según se recoge en la demanda interpuesta.
La federación, por lo tanto, reclama que todas las dársenas de la nueva estación de autobuses de San Sebastián «resulten accesibles» y exige que se cumpla «el principio de accesibilidad universal», que ha sido unánime y «reiterado por diferentes organismos e instituciones de derecho público», afirma.
La reclamación de Elkartu se sustenta en diferentes acuerdos y resoluciones, entre ellos los del Consejo Vasco para la Promoción de la Accesibilidad, dependiente del Departamento de Empleo y Políticas Sociales de la Viceconsejería de Vivienda del Gobierno Vasco, además del Consejo de Personas con Discapacidad del Departamento de Política Social de la Diputación de Gipuzkoa.
Pero además, la demanda se apoya en una resolución dictada por el Ararteko que el 25 de noviembre de 2015 recomendó al consistorio donostiarra la revisión del «proyecto de arquitectura y actividad de la nueva estación de autobuses en tramitación en cuanto al diseño previsto de las dársenas».
En el mismo documento aconsejó la aprobación de una modificación que asegurase «el principio de accesibilidad universal, adaptando las condiciones técnicas de accesibilidad previstas en nuestro ordenamiento jurídico para garantizar la intercomunicación del edificio principal hasta cada una de las dársenas a través de itinerarios accesibles conforme con el principio de igualdad efectiva de derechos y el respeto a la diversidad humana».
La demanda precisa que, de acuerdo al informe del Defensor del Pueblo Vasco, «no existe justificación alguna para dejar de cumplir la normativa vigente en el caso de las dársenas, máxime tratándose de una instalación de uso público cual es la estación de autobuses, de nueva construcción».
Igualdad y legalidad
A juicio de Elkartu, dicha resolución desarrolla «con total acierto» los principios de legalidad y de igualdad». En este sentido, la demanda reproduce párrafos del propio informe, entre ellos uno en el que asegura que «en ningún momento la norma determina la necesidad de establecer reservas específicas sobre el número de dársenas que una estación de autobuses, debería disponer, ya que si todos los vehículos deben estar adaptados, la única manera de garantizar el embarque y desembarque de todos los usuarios y usuarias del transporte en condiciones de igualdad es garantizando la accesibilidad de todas la dársenas de la estación».
Y otro en el que añade que «en una infraestructura de este tipo las empresas concesionarias de las líneas de autobuses tienen establecido su correspondiente andén por lo que, cualquier modificación en el funcionamiento habitual, obligaría a las personas con movilidad reducida a un trasiego de andenes sin determinar de antemano y, en cualquier caso, no permitiría un uso de manera autónoma y en condiciones de igualdad como el resto del pasaje».
La federación estima que los argumentos jurídicos plasmados por el Ararteko son plenamente coincidentes con las «normas y razonamientos de Elkartu», de forma que reclama a la autoridad judicial que obligue al Ayuntamiento de Donostia y en su caso a la UTE Intermodal Donostia, la modificación del proyecto de la estación de autobuses y reduzca el número de las dársenas a 18 para que resulten «totalmente accesibles para personas con movilidad reducida en silla de ruedas».
http://www.diariovasco.com/gipuzkoa/llevan-estacion-autobuses-20171031001620-ntvo.html
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