Por: Shifra Unger
Un joven niño judío de 17 años (Sam Berns, un estudiante de secundaria, quien sufría de progeria), murió esta semana de una enfermedad rara que le hacia envejecer de forma prematura, lo cuentan funcionarios de un hospital en Massachusetts.
La progeria es una enfermedad genética mortal caracterizada por la aparición de envejecimiento acelerado, según la Fundación de Investigación de la Progeria.
Se estima que de 200 a 250 niños en el mundo sufren de la enfermedad, con una esperanza de vida promedio de 13 años.
Berns fue diagnosticado con progeria con 22 meses de edad. Sus padres, que trabajan como médicos, crearon la fundación en 1999, para encontrar la causa, el tratamiento y la cura para la enfermedad.
En una entrevista, Berns alentó a otros niños que están luchando para superar sus desafíos, y dijo que no quería que nadie se sienta mal por él.
"No importa a qué problemas te enfrentas, siempre hay lugar para la felicidad", dijo Berns.
Un joven niño judío de 17 años (Sam Berns, un estudiante de secundaria, quien sufría de progeria), murió esta semana de una enfermedad rara que le hacia envejecer de forma prematura, lo cuentan funcionarios de un hospital en Massachusetts.
La progeria es una enfermedad genética mortal caracterizada por la aparición de envejecimiento acelerado, según la Fundación de Investigación de la Progeria.
Se estima que de 200 a 250 niños en el mundo sufren de la enfermedad, con una esperanza de vida promedio de 13 años.
Berns fue diagnosticado con progeria con 22 meses de edad. Sus padres, que trabajan como médicos, crearon la fundación en 1999, para encontrar la causa, el tratamiento y la cura para la enfermedad.
En una entrevista, Berns alentó a otros niños que están luchando para superar sus desafíos, y dijo que no quería que nadie se sienta mal por él.
"No importa a qué problemas te enfrentas, siempre hay lugar para la felicidad", dijo Berns.
http://www.yourjewishnews.com/2014/01/n30989.html?#dispd
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