viernes, 6 de noviembre de 2015

Tras someterse a una mastectomía, esta joven decidió tatuarse las cicatrices de esta forma tan molona

A la cómica Nikki Black le diagnosticaron cáncer de mama a los 23 años, y pasó por un proceso muy complicado e invasivo para vencer su enfermedad. Tuvo que hacerse una mastectomía completa, seguido de quimioterapia. Cuando perdió todo el pelo por culpa de la quimio, decidió expresar sus sentimientos y sentirse más en control de su aspecto con una serie de fotografías y pinturas faciales:


Nikki ha hablado sobre cómo el cáncer de mama es una enfermedad muy sexualizada, y encontró que mucha gente le hablaba sobre su cuerpo de una manera que resultaba muy deshumanizada y desconectada de lo que realmente estaba experimentando:
Desafortunadamente, empecé a experimentar una sexualización abierta de mi enfermedad que no había anticipado. Inmediatamente después de haber hecho público mi diagnóstico y hacer compartido un vídeo sobre el tema en mi muro de Facebook, empecé a recibir mensajes que decían cosas como “esos eran mi segundo par de pechos favorito de Philadelphia”.
La gente me preguntaba abiertamente cómo iba a llevar al reconstrucción incluso antes de haber tomado esa decisión. Un tío me pregunto qué talla iba a ponerme, e intenté contestar con franqueza diciéndole que probablemente la misma.
“Buena elección”, me dijo, y luego señaló a mis pechos llenos-de-cáncer, a-punto-de-ser-quitados, y añadió, “Quiero decir, *buena elección*.”
Me sentía como si mi cuerpo estuviera en el taller de cortado incluso antes de ir a cirugía. Me dijeron que podría, al menos, hacer algún tipo de porno fetichista, lo cual sugería que mi cuerpo posterior a la mastectomía sería para minorías, sería otra cosa, ya no sería apto para el consumo.
Le llevó algún tiempo a Nikki volver a un lugar en el que podía volver a sentir que su cuerpo era suyo otra vez. A través de una organización llamada P.ink que ayuda a las supervivientes del cáncer de mama a ponerse en contacto con artistas del tatuaje especializados en cubrir cicatrices, encontró a Holly Feneht, propietaria de The Gilded Lily. Al final se pusieron de acuerdo en algo floral, con un pez, porque Nikki es piscis.


 No es que quisiera que volviera mi cuerpo anterior a la mastectomía —ahora que estoy empezando a ver la luz estoy agradecida por las cosas buenas que incluso las experiencias más terribles pueden aportarte— solo quiero que el cuerpo que tengo pueda sentirlo como mío

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