José Miguel Rico se recupera en Cruces de varias fracturas mientras la Policía local revisa las cámaras de vigilancia en el entorno del accidente
Silvia osorio | SANTURTZI
Tibia, peroné y pelvis fracturados. También magulladuras y contusiones por todo el cuerpo. José Miguel Rico, de 41 años y vecino de Santurtzi, está «dolorido» y aún «algo asustado», y tiene por delante una larga rehabilitación. Por suerte, puede contarla, pero el pasado martes llegó al Hospital de Cruces tras ser atropellado por un turismo de cuyo conductor nada se sabe. La Policía local ha emprendido las diligencias necesarias para localizarle, aunque todavía sin éxitoEl hombre, discapacitado psíquico que trabaja como jardinero desde hace apenas un año en el taller Ranzari, regresaba a su domicilio «después de cenar en casa de unos amigos», como relató ayer su hermana Inés, cuando a las 22.25 horas un vehículo le atropelló mientras cruzaba un paso de cebra en el barrio de Kabiezes, donde reside. Los hechos ocurrieron en la calle Antonio Alzaga, a la altura del número 29, y el conductor del coche huyó sin interesarse por el estado del peatón, que quedó inmóvil -en todo momento consciente- sobre la calzada por las múltiples fracturas que le produjo el brutal impacto.
José Miguel, que tiene un retraso del 54%, ha sobrevivido, pero el jueves por la tarde fue intervenido de la rotura de tibia y peroné y la próxima semana le operarán de la pelvis. «Tiene toda la cara hinchada, le tienen que poner hierros en la pierna...», explica su hermana. La familia, indignada por lo sucedido, pide «que se haga justicia», dado que el autor del atropello está libre. «Mi hermano está totalmente desamparado. Entre la avería que tiene y el disgusto que tenemos todos... Podía haber sido peor, pero a qué velocidad iría el coche para hacerle todo esto...», lamenta la joven.
En una zona urbana en la que no está permitido circular a más de 50 kilómetros por hora, al parecer, el ocupante del vehículo conducía de forma temeraria e «iba a toda velocidad», según relatan los dos únicos testigos. El vehículo implicado se escapó tan rápido del lugar que sólo dio tiempo a que dos chavales vieran de refilón lo ocurrido. De hecho, fueron quienes dieron la voz de alerta a las emergencias sanitarias como a la guardia urbana, que se desplazaron de inmediato a la zona
Apenas hay pistas. Era noche cerrada, llovía con intensidad y no había demasiada visibilidad. «Han dicho que el coche era grande y negro, como una furgoneta, tipo Berlingo, pero la marca no la pudieron identificar. No sabemos nada más», comenta Inés. La familia de José Miguel puso la pertinente denuncia en la comisaria de la Ertzaintza de Santurtzi, aunque al tratarse de un atropello en núcleo urbano es la Policía local la que investiga lo sucedido. Fuentes municipales afirmaron ayer que las diligencias del caso están abiertas, pero sólo tienen el testimonio de los dos testigos. «No han podido aportar más que es un coche grande y oscuro». Tras el atropello, una patrulla emprendió la búsqueda por la zona, pero sin resultados.
Asimismo, la guardia urbana revisa las cámaras de videovigilancia de 24 horas de varios locales comerciales, un supermercado y tres sucursales bancarias emplazadas en la calle Antonio Alzaga. Sin embargo, la tarea se antoja complicada, pues el campo de visión no alcanza el paso de cebra en el que tuvo lugar el atropello. El conductor del turismo se enfrentaría a sendos delitos de lesiones graves por imprudencia y por omisión de socorro, ambos tipificados por la ley como «graves».
Movilización en Facebook
Mientra, ante la indefensión que sufre José Miguel, su hermana se ha movilizado a través de su perfil de Facebook y de la página Radares Bizkaia para reclamar colaboración ciudadana. Por el momento, no hay avances, pero no pierde la esperanza. «El objetivo es que dar a conocer el caso. Cualquier pequeño comentario puede ser de gran ayuda».http://www.elcorreo.com/bizkaia/margen-izquierda/201602/13/atropella-discapacitado-paso-cebra-20160212213113.html
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