Hoy, 13 de noviembre de 2018, se nos ha ido Javier Romañach. Nos deja un legado de sabiduría, generosidad, creatividad, amor y compromiso. Él, junto con Manuel Lobato, crearon el Foro de Vida Independiente
en 2001. Esa semilla creció y creció, llegando a suponer una auténtica
revolución en el ámbito de la diversidad funcional. Un pensamiento
nuevo, vivo, arraigado en la experiencia y nutrido por la reflexión
colectiva. Encontramos esa nueva mirada en la idea de “diversidad funcional”, en libros
como “El modelo de la diversidad” o “Bioética al otro lado del espejo”,
en decenas de artículos y en innumerables conferencias que aún resuenan
en nuestras cabezas y corazones. Javier era ingeniero, con alma de
poeta, así que no se conformó con tener buenas ideas, las puso en
práctica. Su impulso fue imprescindible, decisivo, para poner en marcha
las oficinas de vida independiente de Madrid y Barcelona, a las que
siguieron y seguirán otros proyectos inspirados en su trabajo
visionario. No pretendemos aquí hacer un recorrido exhaustivo por sus
aportaciones al ámbito de la diversidad funcional, tan sólo recordar que
el amoroso maestrazgo de Javier seguirá vivo en las ideas, las palabras
y la cotidianidad de todas aquellas personas a las que nos cambió (y a
las que cambiará) la vida su genialidad y su profunda humanidad. Nos
vemos en el Pai, Javier. ¡Nadie sin divertad!
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