Sr. Arcadi Espada, soy uno de esos “hijos tontos, enfermos y peores” a los que la sociedad debe “sufragar el coste de los tratamientos”, a los que te diriges en tu artículo “Crímenes contra la humanidad”, publicado en tu blog de El Mundo, el Día 9 Mayo de 2013.
La ventaja de los “tontos” es que vivimos felices disfrutando de nuestra condición de “discapacitados”, porque simplemente nos consideramos diferentes. Eso sí, sufrimos la discriminación, el desprecio y la minusvaloración de la parte de la sociedad que piensa como tú. Una parte de la sociedad que niega lo evidente: nacimos frágiles y moriremos frágiles, y de esa fragilidad viene nuestra fortaleza.
Javier Romañach (11/5/2013)
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