Ya no tendrá que bajar los cuarenta escalones con su hijo aferrado a su
cuello. Ni dependerá de Cruz Roja para salir a la calle. Leonor no
necesita más que una llave para sacar a Lolo porque desde este viernes
el Gobierno de Canarias le ha entregado una casa nueva en el barrio de
Casablanca III.
Leonor cumple su sueño, el que ansiaba cuando subía y bajaba los
escalones de su edificio con su hijo, afectado de parálisis cerebral y
distrofia muscular, enganchado a su espalda. La misma fantasía que le
dio fuerzas para reclamar al Gobierno de Canarias el cambio de su
vivienda por una adaptada en un bajo. El sueño era no depender de nadie
para entrar y salir con su hijo Lolo. Su esperanza adquirió ayer forma
de llave, la que abre las puertas de una nueva casa en Casablanca III,
la que le da la bienvenida a una nueva vida. A veces la lucha vecinal
conoce de compensaciones.
«Es de justicia, nadie le está regalando nada», le dijo la
viceconsejera de Políticas Sociales del Gobierno de Canarias, cuando
franqueaba la puerta de la nueva casa, en el conjunto residencial
Mestisay de Casablanca III.
Leonor Pérez apenas podía refrenar el llanto, ni la risa. Pasaba de un
estado a otro sin transición, mientras entraba y salía de las
habitaciones de su nueva casa, un piso de 70 metros cuadrados que recibe
a cambio de ceder el suyo en Lomo del Chinche. De un tercero sin
ascensor a un bajo.
Expediente legal. Ahora empieza el trámite burocrático
del cambio de casa. Mientras se solventa, Leonor ha firmado un contrato
en precario, una vía excepcional que ha contemplado el Gobierno de
Canarias para este caso.
Hace un mes, la empresa Visocan detectó que la casa de Casablanca III
había quedado vacía. Tras adaptarle el baño, ayer le fue entregada a
Leonor. «Esto me cambia la vida», reconocía, «si puedo esta noche
(anoche para el lector) me mudo con una vela y el colchón».
De la mudanza de sus muebles se encarga el Ayuntamiento de Las Palmas
de Gran Canaria, cuyo concejal de Cohesión Social, Jacinto Ortega,
aseguró que en el mandato pasado «no existía voluntad política» de
solventar el problema de Leonor Pérez. «No es normal que en un mes y
medio se haya logrado una solución», añadió.
«A todos les doy las gracias de corazón», repetía Leonor dentro de su
nueva casa, «no saben lo que significa poder salir de la casa con mi
niño todos los días». Ella vio la vivienda hace un mes y desde entonces
no ha dejado de soñar con ella. «No sé si se hace justicia pero esto es
un sueño», añadió.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=385012
¡La noticia es que sea noticia!
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La noticia es que sea noticia.
Algo se considera noticia cuando es extraordinario, inusual, infrecuente . . . pero esto (la situación en la que estaba esta familia) es cotidiano y más habitual de lo que pudiera parecer, no es tan evidente precisamente por la falta de los medios para que sea visible (Accesibilidad, inclusión, etc.) Haced un mínimo ejercicio de introspección y estoy seguro que conocéis algún caso próximo
La noticia es que los servicios asistenciales primarios o de base hayan pasado la responsabilidad a la denuncia pública
La noticia es que las grandes asociaciones no hayan tomado la iniciativa y denuncia en este y mil casos mas
La notica es que no tenga un derecho básico como es la asistencia personal
La noticia es que este es un caso más de los llamados esclavos del siglo donde las madres o familiares (casi siempre mujeres) desatienden su vida por atender a un dependiente. Caso que siempre sufren las dos partes, una por dejar de tener vida propia y otra por sentirse una carga
¿Queréis noticias? ¡Pues aquí tenéis unas pocas!
¡Ah, que no interesan!
"Malditos sean quien permite que esto ocurra y sus cómplices que lo ocultan"
Andoni Moreno