La madre de Mason, Denine Davies, desesperada por el cabello del chiquillo, le acabó llevando al barbero James Williams, del que le habían dicho que se lleva bien con los niños. Denine y su pareja, Jamie Lewis, llevaron a su hijo a la barbería de James varias veces para que el niño fuera adquiriendo confianza
Al fin, la pasada semana, mientras Mason estaba tumbado en el suelo jugando tranquilamente con el móvil de su madre, James aprovechó la oportunidad, se tumbó en el suelo a su lado y cortó por fin el cabello del niño de forma adecuada por primera vez en dos años y medio.
Denine, muy agradecida, declaró que 'la mayoría de barberos estarían deseando dedicarse a su siguiente cliente para no perder dinero, pero a James no le importó y le dedicó toda su atención a Mason'. Denine cree que la gente no se da cuenta de lo difícil que es la vida para niños con autismo como Mason y resalta lo mucho que ha significado el gesto de James para ella y su pareja.
James instaló su propia barbería, Jim the Trim Barbers, en el país de Gales, hace seis años, después de haber trabajado en otras dos donde aprendió el oficio. James declara que a menudo los padres se acercan a su barbería para que les corte el pelo a sus hijos.
James dice que sabe lo difícil que puede llegar a ser y que su máxima preocupación era que Mason se sintiera a gusto. De modo que cuando le vio tranquilo en el suelo jugando, no le importó tumbarse él también. James dice que 'es el lugar más raro en el que he cortado el pelo, pero si funciona, a mí me parece bien'.
James explica también que se da cuenta de lo mucho por lo que han pasado los padres de Mason y lo mucho que significó para ellos ver como su hijo se dejaba cortar el pelo sin problemas. Se sintió afortunado, dice, de poder ayudar, pero no le dio mayor importancia, hasta que las fotos se hicieron virales en las redes y otros muchos padres se acercaron a explicarle cuánto significa lo que había hecho.
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