Exigen al Ayuntamiento que los establecimientos sean accesibles y entregan un sonrojante estudio en el que de 1.500 comercios del Centro, 910 no lo son
«¿Es que nadie lo entiende?», pregunta Toñi Colomo que llega acompañada de Genoveva Díaz, José Ramón López, Francisco Torres, Zosima Burgos, Inmaculada Moya, María José Román, Paco Torres, Rosa María González, Dolores Rubiales, Israel Codes, Gracia Acedo, Paco Cumpián, Iluminada García, Juan Antonio Pérez, Joaquín Ramírez y Alfredo de Pablos, que últimamente gusta de llamarse Anónimo de Pablos porque sólo quiere ayudar a que entre todos se cumplan sus objetivos de poder moverse libremente por la ciudad, pero desdeña el protagonismo.
Del Ayuntamiento de Málaga no hablan precisamente lindezas, y aseguran que los últimos 14 años el área de Accesibilidad sólo ha servido para que el resto de las áreas se despreocupe de sus responsabilidades y se lo endose a Accesibilidad, y a su vez ésta, no hacer nada para no darle problemas a las demás, como subrayan De Pablos y Toñi Colomo. «El área de Accesibilidad ha acabado siendo un estorbo. No queremos solidaridad, queremos nuestros derechos», añade ésta última. «¿Por qué tenemos que denunciar nosotros que hay establecimientos que no cumplen con la normativa?, pregunta enfadado Paco Cumpián. «Es nuestra vida diaria, nos encontramos que a veces no podemos ni entrar a comprar a un supermercado; no quiero depender de nadie, quiero ser libre», resume Genoveva Díaz.
En el caso de los comercios, explican, ha habido una terrible involución justo a raíz de la ley Omnibús de 2009, por la que un establecimiento puede abrir sus puertas con una declaración responsable.» Esta ley está muy bien para otros países europeos que cumplen, pero los españoles tenemos la mentalidad de no hacer las cosas si no nos obligan y a raíz de esto, multitud de comercios no ponen rampas para que podamos acceder», subraya De Pablos.
Con las firmas de todos ellos, esta jornada quieren denunciar que Málaga no cumplirá la Ley 1/2013 de Derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, por el que todos los establecimientos españoles deberán ser accesibles para de diciembre de 2017. Le exigen al Ayuntamiento que no hagan dejación de funciones y se ponga las pilas ya. Que actúen de oficio. La falta de accesibilidad, como explican, no sólo la sufren ellos, la padecen los invidentes, los que tienen problemas cognitivos, los padres con cochecitos de bebés… Nunca nadie pensaría que un escalón es tan cruel, tan cruel que no les imposibilita llegar a donde están los demás. Les deja fuera.
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